#02: Golpe a golpe, verso a verso
Queridos amigos,
¿Sois de tiempo circular o lineal?
En la Grecia clásica y en la época del Imperio Romano (y en muchos lugares durante el Medievo), el tiempo era circular. En el inicio está ya el fin. Todo está condenado a repetirse una y otra vez. Las estaciones, la Luna y el Sol, las mareas… la gran tragedia personal por la que estáis pasando (o pasaréis), no es más que exactamente la misma tragedia sobre la que ya se han escrito obras de teatro, poemas, guiones de película, novelas… desde el inicio de los tiempos.
En lo esencial, no hay nada nuevo bajo el sol, y las cosas (y las personas) sólo pueden dar lo que está ya en su naturaleza, y nada más. No hay futuro, sino destino. El final está ya en el mismo inicio. No está abierto, no es incierto, porque es destino y no futuro.
Esto fue así hasta la expansión del cristianismo, que planteaba algo totalmente distinto y rupturista. Un tiempo lineal, con un futuro (abierto e incierto), lo que otorgaba al hombre (a cada hombre, de forma individual) libertad para salvarse o condenarse, toda vez que es liberado del pecado original mediante el sacrificio de Jesús. Fue la semilla de la que surgiría el liberalismo.
A partir del siglo XVIII, con esa semilla en estado germinal, entramos en la Ilustración, la Revolución Francesa, la Revolución Científica y la Revolución Industrial. Surge la idea de progreso aplicada al tiempo lineal. El hombre, la sociedad, el mundo… sólo puede progresar. Ir hacia adelante. Puede retroceder por momentos, pero la inercia subyacente es siempre el progreso. Ir hacia adelante. Y de ahí a El fin de la historia que proclamó Francis Fukuyama en 1992.
Y vosotros ¿Sois de tiempo circular o lineal?
Un comienzo
Salimos un instante del terreno poético para recordar una gran noticia para los fanáticos de la saga. Vuelve el capitán Alatriste con Misión en París. Será la octava entrega de las aventuras del héroe cansado con mejor comienzo: “No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente”. Se publicará en el mes de septiembre, obviamente en Alfaguara.
Encima de mi mesa
Este podría ser un apartado sensual y electrizante, y quizá lo sea, o lo pueda llegar a ser, pero siempre dentro de los límites de la literatura. Es decir, no va tanto de emular aquella tórrida escena de El cartero siempre llama dos veces, como de contaros los libros que estoy leyendo esta semana.
De Aroa Moreno Durán, estoy releyendo de nuevo su Todavía una noche, publicado por Tusquets hace unos meses (febrero, 2025). Se trata de un poemario muy especial, en el que se tocan tres temas principales: una pérdida gestacional, la enfermedad de la madre, y una ruptura. No puedo más que recomendarlo. Aquí podéis leer un fragmento.
De Carlos Pardo estoy leyendo por primera vez La comedia de la carne, publicado por La Bella Varsovia en marzo de este 2025. Me gusta la parte en la que recurre a la poesía narrativa. Hay una visión moral del mundo, versos de lo cotidiano, amores de juventud… un poemario autorreferencial escrito con oficio.
De Luis Cernuda, tengo encima de esta casta mesa una edición facsímil de La realidad y el deseo, de Editorial Renacimiento. Un título muy sugerente para un poemario, pero en realidad se trata de un volumen que recoge toda su obra poética.
La anécdota
Tontos hay en todas partes. Especialmente en internet, escribiendo newsletters. Terminé hace un par de semanas un librito con un título muy sugerente: Y uno se cree, de Jordi Soler.
Publicado en enero de este 2025, Jordi narra la historia personal de cómo afrontó y llevó a cabo un trabajo muy especial. Joan Manuel Serrat le encargó componer una letra para hacer conjuntamente una canción.
Golpe a golpe, verso a verso, le van dando forma entre los dos mediante correo electrónico y llamadas telefónicas. Los versos tienen su gracia, porque cuentan con un pájaro inventado de nombre poco agradecido para recitar o cantar: xirimiticuaticolordíacuaro.
La canción lleva por título Un manto de pájaros, pero no la busques. Con un mentecato que ya haya perdido su tiempo buscando entre la discografía, los conciertos en directo, y los vídeos de YouTube de Joan Manuel Serrat, es más que suficiente.
Eso sí, el libro es divertido, original, curioso y muy ameno de leer. Os lo recomiendo.
El juegazo
Un estudio andaluz llamado Yellow Jacket Videogames lanza Aurora (Down Poet). Se trata de un videojuego de aventura narrativa donde eres nada más y nada menos que Federico García Lorca resolviendo enigmas y buscándote la vida en el Nueva York de los años 20. Todo esto mientras vas escribiendo Poeta en Nueva York ¿Quieres echarte una partida? Puedes hacerlo en Steam.
Un final
Hay poemas que merecen perdurar tan sólo por un verso, otros por su final. Siempre eterno, Gil de Biedma.
“De Senectute”
Y nada temí más que mis cuidados
GÓNGORA
No es el mío, este tiempo.
Y aunque tan mío sea ese latir de pájaros
afuera en el jardín,
su profusión en hojas pequeñas, removiéndome
igual que intimaciones,
no dice ya lo mismo.
Me despierto
como quien oye una respiración
obscena. Es que amanece.
Amanece otro día en que no estaré invitado
ni a un instante feliz. Ni a un arrepentimiento
que, por no ser antiguo,
-ah, Seigneur, donnez-moi la force et le courage!-
invite de verdad a arrepentirme
con algún resto de sinceridad.
Y a nada temo más que mis cuidados.
De la vida me acuerdo, pero dónde está.
Gracias a todos por vuestra atención.
¡Un abrazo y sigamos disfrutando de la poesía!
Pedro Robledo