Hay gente que se pregunta cuántos latidos caben en un corazón (antes de que deje de latir). Incluso había literatura científica al respecto. A mi juicio, era una mala pregunta.
No hay respuesta buena para una mala pregunta, por eso es tan importante buscar las cuestiones adecuadas que nos orienten y nos dirijan en la dirección correcta. Independientemente de que lleguemos o no a la meta, o a la respuesta. Es el sentido y la dirección lo que aporta valor. Lo que llega a ser diferencial.
La pregunta ¿Cuántos latidos caben en un corazón? es reflejo de una mentalidad dominada la producción, el rendimiento, la eficiencia… ¿Cuántos latidos caben? Es la primera pregunta. Y a continuación ¿Qué puedo hacer para que quepan algunos más?
Una pregunta mucho mejor es ¿Cuántos corazones caben en un latido? Es decir, con cuántas personas puedes crear lazos de convivencia, de amistad, de colaboración y cuidado suficiente como para sincronizar distintos corazones en un mismo latido. O dicho de otra forma, con cuántas personas estás compartiendo las alegrías y los sinsabores de tu vida, ensanchando así tu propia experiencia vital y ejerciendo tu propia humanidad.
La primera pregunta te puede llevar a un sitio muy distinto del que estás, un sitio mejor. Pero no necesariamente al sitio que tú necesitas. La segunda te pone en la dirección correcta y te ofrece sentido. No se trata de elegir entre una u otra, sino en subordinar y darle a cada cosa el lugar que le pertenece.
Por cierto, la sincronización de latidos cardíacos entre madre e hijo es un fenómeno científicamente documentado que ocurre tanto durante el embarazo como después del nacimiento ¿No es maravilloso?
Vuelve Juan de Salas
Qué sorpresa la de ayer viernes cuando me acerqué a la sección de poesía de una librería madrileña. Rezumaba novedades, la mayoría de ellas ya fichadas. Sin embargo, apareció un volumen de Ultramarinos más grueso de lo habitual que llevaba el nombre de Juan de Salas.
Me gustó Los reales sitios y ahora me encuentro al autor con algo igual o más interesante todavía si cabe: El siglo. Un poemario que parece ser un viaje por la historia de España, y seguramente tirando de arquitectura y urbanismo, que son marca de la casa. aquí se puede leer un breve fragmento.
Cuando haces pop…
Cuando haces pop, ya no hay stop. Glutamato y aditivos aparte, esto es lo que le puede pasar a Elisa Fernández Guzmán, que acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía Joven “Miguel Hernández” 2025. ¿La obra premiada? Después del Pop, publicada por Rialp en Poesía Adonais, ya que también fue accésit del Premio Adonáis 2023.
Juventud, amor, frescura y coloquialismo parecen ser las claves de este poemario que tanto está gustando. Si hasta Alejandro Bellido escribe maravillas sobre este poemario, creo que no cabe más que hacerse con él y leerlo.
¡Al rico libro antiguo y de ocasión!
Vuelve la Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo de Madrid, concretamente la 35º edición, como siempre, en el Paseo de Recoletos. Del 25 de septiembre al 12 de octubre podremos ir a visitar de domingo a jueves desde las 11:00 hasta las 20:30 horas, y hasta las 21:00 horas viernes y sábado.
El pregón corrió a Cargo de Manuel Vilas, que recordemos, acaba de publicar su poemario: Ciudades en venta, en Visor.
Ala de Cisne
Le he dado un par de vueltas a Ala de Cisne, de Luis Alberto de Cuenca en Visor (2025). Me fascina su imaginación y la capacidad que tiene para contar historias a través de un poema. La forma que tiene de beber de la literatura medieval o de los tebeos del siglo XX. Todo le vale para hacer urdimbre. Os dejo aquí el que más me ha gustado de todos.
SUEÑO DEL ERMITAÑO Y DEL VIAJERO
Se plantó en la mismísima puerta del Otro Mundo, sabiendo que por ella se llegaba al infierno. Vio a Cerbero ladrar después de olfatearlo, de modo que echó mano del arma que llevaba escondida en el pecho y le descerrajó un tiro en cada hocico babeante. La puerta se entreabrió y, de repente, apareció un anciano barbudo tipo Gandalf (o, más bien, Panorámix), y dijo en lengua céltica lo que sigue al viajero: - ¿Qué has hecho, desgraciado, con el mítico can que custodia el país de los muertos? ¿Qué buscas más allá del espejo, donde los celtas somos tan felices a fuerza de soñar con los mitos? - Me dirijo al infierno. Quiero enfrentarme al Mal. Me han dicho que el camino al mundo subterráneo inevitablemente discurre por aquí. Ese maldito perro comenzó a olisquearme y me puso nervioso, tanto que lo maté. Y en ese mismo instante apareciste tú. —No vayas al infierno. Es inútil luchar contra el Mal. Nadie puede vencerlo. Quédate conmigo, en mi cabaña. Puedo inspirarme en Lulio, ejercer de ermitaño y enseñarte las normas de la caballería, que es la mayor empresa que ha acometido el hombre a través de los siglos. Testigos de su paso por la literatura son Arturo, Rolando, Tirante, Don Quijote, Agrajes, Amadís, Florestán, Galaor.... la flor y nata, en fin, de la caballería andante, una invención que nunca morirá. Soñar es estar vivo y estar muerto a la vez en el único mundo que merece la pena: el mundo de los mitos. Mira cómo Cerbero se incorpora. No ha muerto. Las balas nada pueden contra los mitos. Deja de pensar en tu lucha contra el Mal y en los tristes salones del infierno. Quédate en esta choza conversando conmigo hasta el fin de los tiempos, cuando Dios nos convoque al Juicio Universal.
Agradeceros una vez más que me hagáis un hueco en vuestras bandejas de entrada. ¡Ah! ¡y no dejéis de darle al corazón para saber que os ha gustado!
Muy currado Pedro.
Me ha gustado sobre todo el último poema.