Terminaron la vacaciones. Tres semanas de puro descanso ¿He leído mucho? ¿Cuánto es mucho? He leído menos de lo que me hubiera gustado. En todo caso, he podido disfrutar de largas sesiones de lectura.
Leer te enseña independientemente de lo que estés leyendo. Nada más empezar, te muestra tu estado emocional y mental. Las letras exigen que estés activamente atento, concentrado, y abierto a lo que te quieren contar. Si estás cansado, se va a notar. Si estás preocupado, enfadado, ansioso, no vas a poder disimularlo.
Maquiavelo se vestía con su mejores galas todas las noches antes de subir a su biblioteca. Buscaba adecuar su estado mental al trabajo de lectura. Leer implica vestir tus mejores galas y despojarse de todo lo demás. Es un túnel de lavado emocional.
También es similar al gimnasio. Sentarte delante de un libro implica pasar por una fase de calentamiento. Hay gente que lee diez minutos y ya cansados, dicen haber leído suficiente. Como cuando subes a la cinta y después de quince minutos decides parar. Eso es sólo el calentamiento. Un calentamiento necesario para la comunión entre el autor y el lector, entre el papel y los ojos.
La mente debe serenarse, rechazar los impulsos que invitan a levantarse, a mirar el móvil, a rascarse la cabeza. Una vez que el cuerpo está disciplinado, toca disciplinar la mente y el corazón. Dejar marchar todo pensamiento y emoción que reclame nuestra atención y sea ajena a la lectura. Y seguir avanzando línea a línea disciplinadamente, cada vez más rápido, abandonando la subvocalización.
Y entonces, pasados diez o quince minutos, entramos en modo lector. Nos aferramos a la obra tanto como nos abandonamos a nosotros mismos. Leer es una forma de meditación. Ahora el reto está en alargar lo máximo posible el disfrute. No es lo mismo leer un libro en dos semanas que en un día o dos. Es una experiencia distinta.
La poesía exige mucho más al lector que el ensayo o la novela. Su formato breve puede engañar porque alberga una inmensa intensidad. Requiere conexión cognitiva y emocional. Exige una doble lectura, con la mente pero también con el corazón. Descifrar los significados, identificar la simbología, y ver con qué conecta de todo lo que arrastramos de nuestro inventario vital.
La polémica de la semana ¿Eres mejor persona por leer? No lo creo.
A mis propias pruebas me remito.
Centenario de Ángel González
Hoy, seis de septiembre, hace justo cien años que nació Ángel González. Siempre me gustó mucho su poesía. Está llena de realismo y desengaño, siguiendo la que considero que es la mejor tradición de la literatura española. Leer a Ángel González es una escuela de vida.
Tengo su obra completa editada por Seix Barral, que compré en un verano, hace justo dieciséis años. Pero el libro de Ángel González que realmente me enamora es uno póstumo, inacabado, con sólo veintiocho poemas. Se titula Nada Grave y está editado por Visor, en su preciosa colección Palabra De Honor.
La verdad es que debería hacerme con la antología de su poesía que él mismo preparó en Cátedra, titulado Poemas. Puestos a engolosinarme, también está este libro que acaba de publicar Nórdica titulado Eso era Amor, una breve antología con ilustraciones de Pablo Auladell y prólogo de Javier Rioyo. Y qué decir de Querido Antonio: aquí como siempre, libro epistolar de cartas de Ángel González para Antonio Navas Jiménez editado por Papelesmínimos.
Algunos poemas
Me gustaría aprovechar para compartir con vosotros un par o tres poemas de Ángel González. Quizá no de los más conocidos, para vuestro disfrute.
POR RARO QUE PAREZCA
Me hice ilusiones. No sé con qué, pero las hice a mi medida debió de haber sido con materiales de muy poca consistencia.
INVITACIÓN DE CRISTO
Dijo: Comed, este es mi cuerpo. Bebed, esta es mi sangre Y se llenó su entorno por millares de hienas, de vampiros.
ESPERANZA
Esperanza, araña negra del atardecer. Tu paras no lejos de mi cuerpo abandonado, andas en torno a mí, tejiendo, rápida, inconsistentes hilos invisibles, te acercas, obstinada, y me acaricias casi con tu sombra pesada y leve a un tiempo. Agazapada bajo las piedras y las horas, esperaste, paciente, la llegada de esta tarde en la que nada es ya posible... Mi corazón: tu nido. Muerde en él, esperanza.
Una canción
En realidad, una excusa para meter en la newsletter un cuarto poema de Ángel González, está vez, uno de sus más conocidos.
Para que yo me llame Ángel González, cantado por Miguel Ríos.
Una reseña
Como ya comenté, vuelvo a pegarle al tema de las reseñas. Iré publicándolas en www.peleandoalacontra.com pero no las enviaré por correo electrónico, para no saturar vuestros buzones ni resultar demasiado pesado.
En su lugar, cada vez que haya reseña publicada la integraré en la newsletter. En esta ocasión, os dejo con la reseña de Venir desde tan lejos, de Eloy Sánchez Rosillo (Tusquets), que además, no para de subir en la lista de los libros más vendidos.
Enlace reseña:
Venir desde tan lejos, de Eloy Sánchez Rosillo
Venir desde tan lejos, del murciano Eloy Sánchez Rosillo se publicó en Tusquets el pasado mes de abril de este 2025. Ciento treinta y ocho páginas, en las que encontraremos sesenta y un poemas, todos de corrido.
Algunas novedades editoriales
Después de la sequía editorial típica del mes de agosto, vuelve septiembre con fuerza y son muchas las novedades. Os dejo aquí algunas de ellas:
Amarilla, de Marta Sanz (La Bella Varsovia). El amarillo es mi color preferido, la cubierta de este libro es realmente potente, y no he leído todavía nada de Marta Sanz, así que me temo que también querré meterle mano. Sale el 3 de septiembre.
Gozos posthumanos, de Anna Pantinat (Ultramarinos). Sale el 3 de septiembre.
Anidan minerales, de Julia Viejo (Pre-Textos). Primer abordaje de Julia Viejo en el terreno de la poesía con una obra que ha obtenido el V Premio de Poesía Internacional de Poesía Ciudad de Estepona. Sale el 3 de septiembre.
Una firme razón para el deseo, de Rosa Chacel (Cátedra). Poesía Reunida en 360 páginas de una de las mejores poetas de la Generación del 27, Rosa Clotilde Chacel. Sale el 4 de septiembre.
Eso era amor, antología de Ángel Gonzalez (Nórdica). Ojo a esta antología de la poesía de Ángel González que ha preparado Nórdica Libros con motivo del centenario del nacimiento del poeta. 34 poemas, 96 páginas, e ilustraciones a cargo de Pablo Auladell. Sale el 8 de septiembre.
Gatos. Antología poética, prólogo y edición de Ricardo Álamo (Renacimiento). Los mejores poemas sobre gatos, todos juntos en un mismo volumen. Un regalo ideal para los amantes de los felinos más pequeños. Sale el 16 de septiembre.
De las cosas pálidas, de Alberto Santamaría (La Bella Varsovia). Siendo Alberto de Torrelavega, ya es motivo más que suficiente para mí para leer su nuevo poemario. A ver si me da tiempo… Sale el 17 de septiembre.
Cómo enterrar al padre en un poema, de Corina Oproae (Tusquets). Como me gustan los autores rumanos, es probable que le eche un ojo. Sale el 17 de septiembre.
Romancero, edición a cargo de Paloma Díaz-Mas (Real Academia Española). Una nueva edición de nuestro Romancero en tapa dura, 896 páginas, y las mejores anotaciones y comentarios. Sale el 24 de septiembre.
Ciudades en venta, de Manuel Vilas (Visor). Un poemario muy sugerente sobre ciudades y capitalismo. Sale este mes de septiembre pero no sé el día.
A vista de niña pájaro, de Alejandra Sevilla (Pre-Textos). Poesía joven premiada por RNE-Fundación Montemadrid. Sale también en septiembre.
Nota: Os comparto la cubierta de Amarilla, que me ha flipado muchísimo (lamentablemente, no tengo todavía información del autor de la ilustración).
Afortunadamente, me ha llegado la newsletter de La Bella Varsovia y ¡Sorpresa! no sólo comentan el nombre del autor de la ilustración (se trata del pintor Román Linacero), sino que nos dejan un vídeo sobre cómo pinta la ilustración de la cubierta de Amarilla.
Hasta aquí llegamos esta semana. Encantado de volver a reencontrarme con vosotros. Agradeceros una vez más que me hagáis un hueco en vuestras bandejas de entrada y no dejéis de darle al corazón para saber que os ha gustado.